martes, 9 de septiembre de 2014

Luis Alfredo Martínez Holguín

Nació en la quinta "La Liria” cercana a Ambato, el 23 de Junio de 1.869. Fue el sexto hijo del Dr. Nicolás Martínez Vasconez cuya biografía puede verse en este Diccionario y de su esposa Adelaida Holguín Naranjo, ambateños.
Fue un escritor, pintor y político ecuatoriano, de marcada tendencia liberal y amigo del presidente Eloy Alfaro. Entre los cargos públicos que ocupó se cuentan Diputado al Congreso Nacional por la Provincia de Tungurahua, Gobernador de la misma provincia y Subsecretario del Ministerio de Instrucción Pública. En el ámbito literario, es considerado el iniciador del realismo en Ecuador.

RESEÑA DE SU VIDA

Le bautizaron como Luis Alfredo y desde pequeño vivió en la finca "La Liria" en Atocha, travieso y mimado de su abuelo materno Ignacio Holguín, que solía sentarlo sobre sus rodillas para referirle episodios de las guerras de la independencia.

De seis años ingresó con su hermano Arturo a la escuela de la Merced, después pasaron a estudiar la secundaria en el San Gabriel de los jesuitas de Quito. Su padre les enviaba 52 pesos mensuales para los gastos, que no era mucho. En 1884 escribió sus primeros versos que resultaron bastante malos, ya dibujaba hermosas acuarelas y pintaba al óleo, pero el Padre Manuel José Proaño le había puesto el ojo por su mala conducta y como tenía problemas con las matemáticas y la trigonometría, a pesar de la ayuda que le daba su hermano, en 1.885 decidió regresar a la finca sin graduarse de Bachiller, tras leer un manual de pintura y recibir algunas clases de ese arte con Rafael Salas, que le serian de gran provecho.

Su padre no le recibió con buena cara y para enderezarle lo despachó de administrador de "Cangahual", pequeña y desértica hacienda familiar en Mulalillo, escenario de sus duros trabajos de chacarero que combinó con la redacción de una novelina "En cuerpo viejo, corazón joven" que no llegó a publicar.

Manuel J. Calle contará después que era un muchachón alto, musculado, bravio, fuerte como un toro, impetuoso y ágil, reacio a los estudios y a toda disciplina; con sus amigos Luis Aníbal Mera y Manuel Páez Moscoso formó un trío de ciclista, se lanzaban por los montes y quebradas en pos de la aventura y hasta en alguna ocasión entraron a caballo a la Iglesia de Mulaló turbando una fiesta religiosa.

En 1894, fue designado Teniente Político de Mulalillo y por medio de policías impuso vigilancia a los indios a que no malgastasen su jornal y hasta multó al Cura del lugar por andar en devaneos mayores con una feligresa.

En 1895, al anuncio de la revolución liberal, se fue a Catiglata y con otros ambateños impidió la reunión de los grupos conservadores del Tungurahua con las fuerzas gobiernistas que se retiraban derrotadas de Gatazo, permitiendo el libre paso de los alfaristas a la capital.

En Noviembre del 96 contrajo matrimonio con su sobrina segunda Rosario Mera Iturralde (hija de Juan León Mera Martínez) y se instalaron a vivir en la quinta de los Molinos. Ella fue compañera fidelísima, inteligente y amorosa.
En 1.898 ayudó a Manuel J. Calle en la "Revista de Quito" donde publicó "El Doctor. Croquis para un cuadro", suerte de bosquejo de novela de picaresca política. De entonces fueron cuatro cuadernos de agricultura ecuatoriana, de los que solamente llegó a salir por entregas el primero.

Entre el 98 y el 99 asistió a la Cámara de Diputados y consiguió que se aprobara el trazo de la vía férrea por Bucay y por Huigra. En Enero de 1.900 realizó el ascenso del Tungurahua cuyas impresiones aparecieron en Marzo en la Revista de la Escuela literaria de Tungurahua y expedicionó por Baños al oriente.
Enseguida pasó de administrador del Ingenio Valdez en la parroquia Milagro del Cantón Yaguachi, Provincia del Guayas. El viaje le abrió el mundo de la costa con sus escenarios panorámicos e infinitos, fue toda una revelación para su espíritu aventurero y lleno de pasión. Poco después conoció el mar y entregado de lleno al trabajo" a la caída de las cálidas tardes, a las gradas de su habitación, enseñaba a leer a la peonada", pero en febrero de 1902 cayó como herido de un rayo con una polineuritis nerviosa que le ocasionó una parálisis absoluta. "No podía hacer el menor movimiento, ni tragar una sola gota de agua, ni cerrar los párpados y la asfixia se venía a paso de carga" pero no murió.
Cinco meses pasó asilado en una clínica de Guayaquil y para lograr un completo restablecimiento viajó con su señora y un empleado de ayuda en busca del clima seco y árido de Piura, "donde para atenuar el fastidio dicté a mi mujer algunos disparates literarios."
Así nacieron sus obras: a) "Disparates y Caricaturas" publicada en Ambato en 1903 y cuya segunda edición salió en 1961 en la CCE de Quito con el título de "Los escritos de Fray Colas", y 2) "Camino al Oriente" del mismo año. En Piura también dictó el argumento de una novela en parte autobiográfica que titularía "A la Costa" dentro de la escuela del realismo literario tan en boga por entonces, con argumento basado en costumbres ecuatorianas, dentro de una pasión, indignación y cólera frente a las injusticias del medio ambiente, que le dieron la tónica de novedad.

"A la Costa" es novela paisajística como que fue escrita por un artista pintor de paisajes y rica en sucedidos por el movimiento de su trama y precursora de otras muchas más que vendrían después en la misma laya. Por eso, al llegar a ciertos lugares de esa obra, lloraba su esposa, reconociendo en el personaje principal -Salvador Ramírez- a su esposo el autor.
El argumento tiene fondo histórico. Los padres conservadores de Mariana se oponen a su noviazgo con Luciano Pérez por ser estudiante liberal y pobre. Dña. Camila la madre, le califica de impío, chagra, azotacalles. Este, al enterarse de tan injusta oposición, decide hacerle su querida, pues reacciona como machista herido. Así es como Mariana comienza a deshonrarse y termina por culpa de la beata en brazos de un sacerdote lascivo y corrompido, de oficio confesor de doncellas, llamado al padre Justiniano. Mas la novela nos es solamente eso, contiene episodios autobiográficos e históricos: el viaje a la costa, la descripción del trópico, los combate de la guerra civil, la enfermedad. Etc.

De vuelta a Ambato en Agosto de 1903 fue designado Jefe Político Cantonal, dio a la luz sus dos obras ya citadas y fundó el Club Social Tungurahua, del que fue primer presidente. También editó "La Agricultura ecuatoriana en 376 pags. que mereció calurosos elogios y la felicitación del ex Presidente Luis Cordero y en Octubre fue designado Subsecretario de Educación.
En 1904 salió a la luz "A la Costa" causando gran revuelo publicitario pues relataba sitios y cosas comunes para las dos regiones del país, además, sus descripciones de Quito, el majestuoso Chimborazo, la Elvira por Babahoyo, el gran río Guayas, Ibarra, el Guaico cerca de Guaranda, etc. la hacían de gran interés en una época en que poca gente viajaba y existía la curiosidad por conocer las demás regiones del país. Ir a la costa era algo simbólico, evasivo, significaba la lucha por la existencia del habitante interandino deseoso de encontrar nuevas tierras y su penosa y obstinada lucha para sobrevivir en la manigua del Litoral. Era, pues, toda una epopeya y así lo comprendieron sus conciudadanos, aplaudiendo sin reticencias.
Famoso y conocido ascendió al Ministerio de Instrucción Pública, fundó la Escuela de Bellas Artes y la Facultad de Ciencia en Quito, la Escuela Normal de Agricultura en Ambato y como también tenía a cargo las Obras Públicas estudió el establecimiento de colonias agrícolas en el Oriente y en Enero de 1905 viajó a New York en busca de técnicos y materiales para el ferrocarril que partiendo de Baños seguiría paralelo al río Pastaza hasta tocar en el Curaray y celebró un contrato con el Ing. Charles H. Moore para los estudios preparatorios.

De regreso creó en Mayo una Junta Patriótica para la construcción de su proyectado ferrocarril, hizo levantar los planos, organizó cuadrillas de trabajo y en Junio pronunció una conferencia sobre dicho proyecto en la Sociedad Jurídico Literaria de Quito, que junto a la conferencia sobre la situación del indio apareció en la revista de dicha sociedad.
Su labor fue agotadora pues también intentó crear Escuelas de Minería, de Industrias y de Comercio, Escuelas prácticas Superiores y Talleres, etc., por ello su amigo Manuel J. Calle opinó que Martínez es el iniciador del laicismo en el Ecuador.

Ese año unificó el Plan de Estudios y pudo presentarlo a tiempo al nuevo Presidente Lizardo García, que en Septiembre le llamó a la Dirección General de Obras Públicas.
En Diciembre falleció su esposa en una de las fincas de la Magdalena en Quito, en Enero de 1906 cayó el gobierno por la revolución de Alfaro, archivándose sus proyectos para el oriente y en marzo murió su pequeña hija Magdalena
Nuevamente en Ambato y entretenido con la pintura vivió de ella, vendiendo sus cuadros a personas interesadas en doscientos cincuenta sucres cada uno.
Pintor del Ande y del páramo le llamó su biógrafo Augusto Arias años después, porque en sus obras se sentía atraído por la profundidad de la perspectiva, la amplitud del ángulo de visión y muchas veces por lo osado de ese mismo ángulo, por eso creía que el artista debía realizar un documento en cada obra, registrar la abundante información de carácter orográfíco, mineralógico y botánico, huyendo de lo meramente decorativo. A mediados de año se acusó al gobierno de Plaza de haber gestionado un préstamo de dinero a Francia con la garantía de las Galápagos y Martínez pasó a la oposición. "Sus enemigos le acusaron de haber gestionado que la línea del ferrocarril Guayaquil Quito pase por la finca "La Liria" y otras propiedades suyas," pero se defendió bien, probando la falsedad de esos cargos.

En 1907 protestó contra el contrato ferrocarrilero con el Conde Charnacé y luego contra la represión de los estudiantes y lanzó una hoja volante contra Alfaro retándole a muerte "Ud., es cardíaco yo soy un tísico, vamos a ver quien primero muere..."
En 1908 colaboró en el semanario ambateño "El Cosmos" de Miguel Angel Albornoz y Alfonso Colina y fue candidatizado a Senador por los estudiantes y la juventud.
En 1909 asistió a la Cámara del Senado, sufría de fiebres intermitentes y se resfriaba de continuo pero aún así concurrió a las sesiones. Presentía y deseaba la muerte que estaba cerca. A finales de Octubre regresó a la Liria, caminaba poco y con bastón, a veces salía de poncho y a caballo, quemó algunos originales a medio talle y entre ellos varios capítulos de su novela inacabada "La Tierra" y acompañado únicamente de su perro "De repente" volvió a pintar.

Para no contagiar a sus dos hijos los había entregado a sus tíos los Mera y escribió una especie de autobiografía que más tiene de confesión: "Un cuarto de siglo he luchado furiosamente por la vida. Lo he sido todo, desde peón y jardinero hasta gerente de grandes explotaciones agrícolas e industriales, desde Teniente Político de la más miserable Parroquia hasta Ministro de Estado, cazador, ascensionista, pintor, escritor, etc. La pobreza y las contrariedades no me asustaron nunca, la prosperidad y los honores no me enorgullecieron jamás. Cuerpo de acero y ánimo bien templado fueron el secreto de mis éxitos. El rasgo dominante de mi carácter, la independencia, salvaje alguna vez. Y además, amor entrañable a la naturaleza, al arte, a la Patria, a esta última sobre todo, tanto, tanto, que me apagó a veces lo más querido de mi alma. Dos grandes crisis, la pérdida de mi esposa, ángel guardián mío y la ruina de mi salud, han echado al suelo toda mi fuerza, matado mi fe en todo, y hecho de un hombre en la flor de la vida, un valetudinario, misántropo y casi nihilista. ¿Algo sobre arte? No pertenezco a ninguna escuela, soy profundamente realista y pinto la naturaleza como es y no como enseñan los convencionalismo. El paisaje no debe ser solo una obra de arte, sino un documento pictórico científico. Mi maestría es la naturaleza pues todavía la estudio. Soy enemigo acérrimo del paisaje bibelot de aquel género que es el socorro obligado de aquellos que no tienen pizca de inspiración ni talento: género que como una avalancha inunda ahora Europa y se ha trasladado al suelo de América como todo lo malo: aumentado, desfigurado... Y empeorado. Y ¿Que más? Nada más, amigo mío.

Algunas de sus mejores pinturas se encuentran fuera del país. Hasta donde se sabe dos de ellas en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, dos en la sección de Arte Moderno del Museo Vaticano y una en Río de Janeiro. En vida del artista se llevó una pequeña exposición a Buenos Aires con éxito de crítica y un cuadro suyo fue distinguido con Mención honorífica en un certamen de Chicago.
Se le considera el único genial de sus hermanos siendo su familia la que más ha hecho por la cultura en Ambato. "A la Costa" es obra moralizante no por los buenos consejos sino por cauterio eficaz y pronto. Sus diálogos fueron los más próximo a lo popular de todo cuanto se escribiera hasta entonces. Su marco geográfico es clima que envuelve y da razón de existir y obrar a los personajes y en el centro la injusticia de una sociedad regida por esquemas obsoletos, llenos de estructuras opresoras y alienantes. I por si eso fuere poco está la destrucción de Ibarra por el terremoto, el combate de San Miguel de Chimbo, los ejercicios espirituales de la protagonista Mariana que la conducen a la degradación moral primeramente y luego a la prostitución y el sexo triste. Martínez es por esta novela un recio visionario ideológico que luchó por mejores días para los hombres y mujeres de su Patria, que en su época "aún gemían en un calabozo de ignorancia, de fanatismo, estrecho y hediondo.".

FALLECIMIENTO.

En octubre de 1909 regresó a la finca La Liria enfermo de tuberculosis, luego de dejar su puesto como Senador. Murió el 26 de noviembre del mismo año.Sus restos descansan actualmente en el Cementerio Municipal de Ambato

PINTOR.

En lo pictórico, Luis Alfredo Martínez se sintió atraído durante toda su vida al paisajismo. En el prólogo de uno de sus libros escribió: "No pertenezco a ninguna escuela, soy profundamente realista, y pinto la naturaleza como es y no como enseñan los convencionalismos."4 Muchas de sus pinturas se encuentran fuera del país: dos de ellas en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, dos en el Museo Vaticano y una en Río de Janeiro.3

                       SALÓN DE PINTURA LUIS A. MARTÍNEZ.

Desde 1980, el Departamento de Cultura de la Municipalidad de Ambato realiza un certamen de pintura bautizado en honor a Luis Alfredo Martínez, el Salón de Pintura Luis A. Martínez. En la actualidad es uno de los concursos de pintura más importantes del país.

ESCRITOR.

Entre sus obras más importantes se destacan:
Disparates y caricaturas (1903)
A la Costa (1904)

A LA COSTA

Don Jacinto Ramírez recuerda el terremoto que azotó Ibarra en el que murieron sus padres, cuando él estudiaba leyes en la universidad de Quito.
Surge en su mente también lo difícil que le resultó graduarse y la soledad que lo embriagaba. Años después y al inicio del ejercicio de su profesión se
casa con Camila Quiroz, con la que procrean dos hijos: Salvador y Mariana
Salvador en la Universidad se hace amigo de Luciano Pérez.  Rosaura Valle, una beata amiga de Camila impide con sus chismes- de que él era un hombre ateo y liberal y que contravenía con el catolicismo de la familia- , que Mariana se case con Luciano.
Salvador hace lo imposible por alejarse de su amigo Luciano.  El amor de Mariana fracasa y el doctor Jacinto Ramírez en una viaje de negocios contrae una extraña enfermedad y muere.  Como su familia queda en la miseria, Salvador debe interrumpir sus estudios y buscar trabajo.

Pasado cierto tiempo, el pronunciamiento liberal del 5 de Junio de l895, complica aún más la difícil situación económica de los Ramírez  ya que cuentan desde la muerte  de su padre sólo con el modesto empleo público de Salvador.
La lucha armada en enciendes en el país entre liberales y conservadores.  Tropas de los dos partidos se enfrentan sangrientamente en las cercanías de San Miguel de Chimbo, a donde han concurrido Salvador y Luciano, en bandos opuestos.  Tras sufrir la derrota  el ejército conservador,  Salvador se salva por la intervención oportuna de su amigo Luciano.
La segunda parte de la novela tiene lugar en la Costa, cuando Salvador consigue un empleo en la hacienda “El Bejucal”.  En el viaje Salvador encuentra a Luciano quien se dirige a Europa.  Una vez en la hacienda, Salvador tiene problemas por el  clima y al trato grosero del administrador Fajardo.

Don Roberto Gómez , un empleado serrano de la hacienda le brinda su amistad.  Transcurrido algún tiempo,  Salvador  se casa con la hija de Gómez.  Salvador  mejora su situación económica, comienza a ser feliz cuando le sobreviene una grave enfermedad y muere.  Con este acontecimiento se cierra  el argumento de la novela A la Costa.

Doctor Ramirez: abogado de origen provinciano. 

Camila: tipo de mujer fanática por la iglesia.

Salvador: “el hero de la novela”, un hombre timido y sin voluntad al principio, y que luego frente a experiencias dolorosas, evoluciona. 

Mariana, la muchacha incauta formada dentro de un ambiente de exageración sentimental y mistico.

Luciano, joven pletórico de vida, que representa el gamonalismo de la Sierra revolucionario teórico por que la fortuna le hace buena cara.

Rosaura, es la celestina de la novela.

Fajardo, es el administrado del Bejucal, es mulato, aspero, impositivo e ignorante. 

Roberto Gómez, es gentil y hospitalario.

Consuelo Gómez, es la esposa de Salvado

BIBLIOGRAFIA: